El juguete “Fidget Spinner” y el Karaoke, dos ejemplos de la importancia de las patentes

22 junio, 2017
Por A2 Estudio Legal
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Pese a que actualmente se fabrica y distribuye libremente, el juguete que arrasa estos días en los patios del colegio y las plazas de un gran número de ciudades en el mundo, el fidget spinner, estuvo protegido hace algunos años por una patente.

Su creadora, Catherine Hettinger, residente en Estados Unidos, inventó el juguete hace aproximadamente dos décadas. Tras patentarlo ante la Oficina de Patentes y Marcas de Estados Unidos, mantuvo su original juguete protegido durante algunos años, en los que aprovechó para venderlo en ferias. Sin embargo, no llegó a tener el éxito del que goza el juguete hoy en día.

Tras varias renovaciones de su patente, en 2004 Catherine dejó de poder permitirse pagar la tasa anual de 400 dólares y su invento perdió la protección que había conseguido su autora. Si alguien hubiera podido contarle qué futuro le deparaba a su invento, hoy Catherine estaría ingresando considerables sumas de dinero comercializando su producto.

La inventora, pese a haber perdido esta oportunidad de enriquecerse, asegura que se encuentra emocionada por haber conseguido divertir a niños y no tan niños de todo el mundo.

Sin duda, su historia y su situación económica sería muy diferente si hubiera mantenido su patente sobre el juguete. Pero no es la única. Como ella, otros inventores a lo largo de la historia, han perdido la oportunidad de sacar provecho económico a sus invenciones por no recurrir a la protección que otorgan las diferentes modalidades de propiedad industrial.

El japonés Daisuke Inoue, ha vivido una historia parecida. Tras inventar el karaoke en 1971, el inventor no ha recibido royalty alguno por su invención, por el sencillo motivo de que no patentó su invento. De haberlo hecho, se estima que podría haber recibido 150 millones de dólares, una cuantiosa suma de dinero que habría cambiado su vida.

Por ello, si tienes un invento o una idea en la que quieres invertir, recuerda que la protección que te otorga un registro en cualquier modalidad de propiedad industrial (entre ellas, las patentes) es tu mejor aliado.

Con una patente podrás impedir que terceros se aprovechen de tu esfuerzo. En A2 Estudio Legal podemos ayudarte y asesorarte sobre cuál es la mejor forma de proteger tus ideas, no dudes en consultarnos.

 

 

 

Fuente:

http://elpais.com/diario/2006/07/02/domingo/1151812360_850215.html

 

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